martes, 23 de junio de 2009

El APRA y la responsabilidad social en el Poder

“El Perú, por el contrario, encierra dos elementos enemigos de todo régimen justo y liberal; oro y esclavos. El primero lo corrompe todo; el segundo está corrompido por sí mismo. El alma de un siervo rara vez alcanza a apreciar la sana libertad; se enfurece en los tumultos o se humilla en las cadenas”. Carta de Jamaica, Simón Bolívar.

El incidente de Bagua ha generado sobreespectativas, de forma antes que de fondo, en algunos politólogos funcionalmente antiapristas de la izquierda caviar y propietarios de ONGs o dependientes económicos de alguno de ellos. Pero, si bien hay que destacar toda la odiosidad que puede despertar en algunos contra el gobierno aprista, ante un hecho de resultados impredecibles como la muerte de policías y nativos en Bagua, llama poderosamente la atención que se visualice en el panorama político nacional solo al APRA como el solitario partido político defendiendo al Estado peruano y su institucionalidad. La única voz que se escucha, desentonando algunas “corcheas”, es al ex presidente peruano Alejandro Toledo, a quien la prensa, antes de colocarle los micrófonos, deberían ponerle el alcoholímetro. Tampoco olvidemos que ese tercio electoral que lideró Alfonso Barrantes, se pulverizó como alternativa de izquierda comunista por su indefinición ideológica frente a la delincuencia subversiva que asolaba al país. Y si hoy la derecha quiere esconderse, entonces que asuma su responsabilidad en el corto plazo.

La primera conclusión del comunismo criollo, ante el tema de Bagua, los ha llevado a imaginar finalmente la unidad de sus raleadas organizaciones. Es decir, el tema nativo es la forma y el pretexto para sus objetivos de fondo. No les importa que existan en la zona cerca de 40 naciones nativas enfrentadas entre ellos, que tengan un promedio de vida de 52 años, un atraso sustancial en educación, que su actividad sea pre-agrícola y nula en oportunidades comerciales y productivas, alta mortandad infantil y niñas embarazadas desde los 9 años. Para el APRA en el gobierno, estos indicadores son el fondo del problema y no una forma de politizar las legítimas demandas de los nativos.

El mismo 5 de junio del 2009, el día de los hechos luctuosos donde murieron 25 policías y nueve nativos, , una delegación de los nativos se encontraba alojado en el lujoso Hotel Miraflores, dando una “Conferencia Internacional” a las 10 de la mañana, donde se anunciaba la muerte de “cientos de nativos”. Posteriormente se comprobó que esa noticia era falsa y que los policías desarmados enfrentaban en ese preciso momento, la furia de un grupo eminentemente subversivo que los torturó antes de asesinarlos ¿Quién estuvo a cargo de la transmisión de los hechos con información irreal? y ¿Cuál fue el grado de incidencia de estas declaraciones en el desenlace de tantos policías muertos? La tecnología de la información fue tratada de manera irresponsable y con resultados fatales, lo que demuestra la vulnerabilidad en ese campo del gobierno.

La arremetida política contra el APRA

Pero la arremetida del eje “delincuentes subversivos-comunismo criollo” contra el APRA, trasciende el escenario interno por un condicionante que concurre desde el eje regional, Chávez-Evo-Correa. En su momento Hugo Chávez, organizó un golpe de Estado a la democracia venezolana; lo practica Evo Morales en Bolivia, quien no deja sesionar al Senado de su país en el Congreso; y lo hizo Ollanta Humala aquí en el Perú, siendo parte del “Andahuaylaso”, con su hermano aún preso por ello, y que significó la muerte de cuatro policías. Finalmente, ¿Cómo se explica que ante la Embajada de Perú en Madrid, haya habido unas 100 personas protestando por lo de Bagua, siendo el 90 % ecuatorianos y, el otro 10 %, peruanos asilados y vinculados a Sendero Luminoso y el MRTA?

Es legítimo, y los apristas lo hemos hecho desde la oposición, el transformar el reclamo en objetivos políticos. Pero cuando se quiere cercar Lima para desabastecerlo, eso es complot contra el Estado de Derecho. El APRA lo ha practicado sin traficar con la pobreza. El APRA ha sido oposición respetando estrictamente la democracia. El APRA es un partido de trascendencia latinoamericana y la confrontación está peligrosamente en ese nivel, donde el petróleo de Hugo Chávez está realizando su juego intervencionista. Entonces es necesario tomar acciones que denuncien la amenaza que representa en la región, el autoritarismo practicado en Venezuela y sus aliados.

En los luctuosos sucesos de Bagua, las bajas las ha puesto el hombre de a pie, modesto peruanos que en ningún momento planteó una lucha programática o ideológica por la captura del poder. Pero si se pretende sacar ventaja de la pobreza y de los esfuerzos del Gobierno Nacional para incorporar al mundo nativo a la modernidad, entonces el APRA en el gobierno tiene que responder con toda la energía que le faculta el Estado. Nuestra principal responsabilidad social como partido en el gobierno es respetar y exigir que se respete las libertades de cada uno de los peruanos y se garantice la continuidad democrática. No olvidemos que durante toda nuestra historia, los apristas jamás hemos sido vencidos y que “somos una legión de grandes hombres preparados para enfrentar grandes circunstancias”, frase de Víctor Raúl Haya de la Torre.

El Perú es un pueblo pacífico

Nuestro respaldo al c. Alan García Pérez, Presidente Constitucional de todos los peruanos, es innegociable. Pese a los errores que puedan existir, estos se deben corregir, porque “solo comete errores quien hace, el que n o hace nada jamás se equivoca”. El Perú apuesta por el diálogo y el entendimiento para consensuar. No podemos permitir que los actores políticos incapaces de ganar una elección democráticamente, aspiren al poder de manera autoritaria. El alma de estos siervos ideológicos no podrán entender lo que significa la libertad. Ellos solo se enfurecen en el tumulto y se humillan ante las cadenas.


Victor Raul Huaman